Teatro. Vapuleado,alabado,denostado, amado teatro.
El sábado 5 de abril, fuimos a un estreno en el auditorio Ciudad de las Artes... y vimos teatro.
Dos buenas actrices Soledad Gonzalez y Laura Raiteri para "Dos mujeres" el excelente texto del dramaturgo Javier Daulte, se movieron con solvencia sobre el escenario bajo la batuta de la actriz, directora y docente teatral Olga Corral.
Soledad y Laura dos jóvenes actrices, componen personajes algo mayores, a los que imprimieron características especiales , y supieron matenerlas a lo largo de cortos 45 minutos.
El buen manejo corporal y de voz, nos demuestran la formación y particular expresividad de las protagonistas.
En tono de comedia, Javier Daulte cuenta la frecuente historia de dos soledades.
Una cita a ciegas desencadena la desesperación, la indecisión, la incapacidad de hacer frente no solo a esta soledad sino también a la búsqueda de compañía y, en definitiva a la valentía de pelearle a la vida...
Buena la iluminación para el movimiento de estas dos actrices que supieron aprovechar el espacio escénico. La escenografía escueta, simple y el vestuario con la calidad , el buen gusto habitual y la experiencia de Juan Carlos Nicolau.
Un espectáculo que merece ser recomendado.
El sábado 5 de abril, fuimos a un estreno en el auditorio Ciudad de las Artes... y vimos teatro.
Dos buenas actrices Soledad Gonzalez y Laura Raiteri para "Dos mujeres" el excelente texto del dramaturgo Javier Daulte, se movieron con solvencia sobre el escenario bajo la batuta de la actriz, directora y docente teatral Olga Corral.
Soledad y Laura dos jóvenes actrices, componen personajes algo mayores, a los que imprimieron características especiales , y supieron matenerlas a lo largo de cortos 45 minutos.
El buen manejo corporal y de voz, nos demuestran la formación y particular expresividad de las protagonistas.
En tono de comedia, Javier Daulte cuenta la frecuente historia de dos soledades.
Una cita a ciegas desencadena la desesperación, la indecisión, la incapacidad de hacer frente no solo a esta soledad sino también a la búsqueda de compañía y, en definitiva a la valentía de pelearle a la vida...
Buena la iluminación para el movimiento de estas dos actrices que supieron aprovechar el espacio escénico. La escenografía escueta, simple y el vestuario con la calidad , el buen gusto habitual y la experiencia de Juan Carlos Nicolau.
Un espectáculo que merece ser recomendado.
por Cristina Franco
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